Victorino 2020

Nota de cata:

• De color guinda picota intensa de una capa muy cubierta, vivo ligeramente opaco. Glicérico y denso.
• Aromas de buena intensidad con matices aromáticos de diversa frutas rojas y negras, algo madura, especias, tofée, chocolate notas florales con aromas de monte bajo tostados y minerales.
• En boca es estructurado y profundo, muestra buena acidez, intensidad de sabores de fruta, alcohol equilibrado, con mezcla de sabores por todo el paladar, entremezclándose sabores mentolados con finas especies y abundantes taninos de fruta, finos pero a la vez potentes que con el tiempo se pulirán para dar paso a un gran vino. Final largo.

Elaboracion y Crianza:

Nace de uvas 100% Tinta de toro de viñedos entre 45 y 100 años de edad. La vendimia es exclusivamente manual con rigurosa selección de los frutos que estén en óptimas condiciones sanitarias y de maduración en viñedo y en bodega mediante una mesa de selección. la vinificación es tradicional con despalillado 100% estrujado muy suave. Pisado durante la fermentación y ligeros remontados. 8 días de fermentación a 26-28ºC de temperatura. Maceración con hollejos durante 23 días. Fermentación maloláctica en barrica nueva de roble francés. Permanece 20 meses en barrica nueva de roble francés con trasiegos cada 4 meses.

Curiosidades

Teso La Monja marcó el comienzo de una nueva era en Toro. Los hermanos Marcos y Miguel Eguren, de Sierra Cantabria, llevan años contribuyendo a la transformación de esta villa zamorana. Se enamoraron de las viejas cepas prefiloxéricas de Toro y de su capacidad para dar a luz vinos únicos.

En un primer momento los hermanos Eguren se hicieron con la bodega Numanthia Termes, en la que elaboraron el vino Termanthia con el que consiguieron los 100 puntos de Parker. En 2008 vendieron esta bodega a Louis Vuitton Möet Hennessy (LVMH) para iniciar un camino en solitario y buscar nuevos viñedos con unas características muy específicas, también en tierras toresanas. Estos viñedos, además, tienen más grava en superficie, están orientados al norte y poseen ciclos vegetativos más largos. Todo ello con el objetivo de obtener vinos que transmitan equilibrio y elegancia, extrayendo el máximo potencial de la tierra.

En Teso la Monja se practica además una agricultura sostenible, con abonado orgánico y un delicado trabajo en bodega. Los métodos tradicionales se combinan con la tecnología más moderna para extraer los matices minerales de unos suelos privilegiados.