Otro de los motivos, junto con la calidad del viñedo de San Juan, que declinó la balanza hacia la aldea fue la recuperación de depósitos de cemento para elaborar el vino. La bodega cuenta con más de 70 depósitos de este material.
Desde Valsangiacomo tenemos el convencimiento de que, por las características de la bobal, el perfil de vino que estamos elaborando y queremos mostrar al mercado, el cemento tiene que estar muy presente para elaborar vinos de bobal que muestren su tipicidad, respeten el terruño y las características que hicieron famosa a la variedad y la comarca tiempo atrás.
Curiosidades:
Los orígenes de Cherubino Valsangiacomo se remontan a 1831, en Suiza. Ese año, Vittore Valsangiacomo funda una bodega con su nombre en Chiasso, en el cantón suizo de Ticino, junto a la frontera con Italia. Es la primera bodega de la familia. A finales del siglo XIX, su hijo Cherubino Valsangiacomo decide abrir una empresa de exportación de vinos en Valencia y Alicante, atraído por las condiciones logísticas de sus puertos y el excelente fruto de la tierra. Cherubino, como su padre, pone su nombre a las bodegas.