El nombre de Bodegas Roda surge de la unión de los apellidos de sus fundadores, Mario Rotllant y Carmen Daurella que inauguraron su bodega a finales de los 80. Desde entonces se ha convertido en una de las bodegas de referencia de la Rioja Alta. Roda es una de las bodegas que han revolucionado el modo de hacer vino en Rioja. Gracias al concienzudo trabajo que realiza el equipo dirigido por Agustín Santolaya en el viñedo y bodega y a una obsesiva investigación del terruño, Bodegas Roda se ha convertido en referencia obligada de los nuevos tintos que se hacen en la región. Con la marca Roda ya creada, en 1992 contrató para dirigir el equipo técnico a Agustín Santolaya, hasta entonces profesor y asesor enológico, que recibió el encargo de situar la nueva bodega en lo más alto.
Bodegas Roda está ubicada a la vera del río Ebro, en un balcón del Barrio de la Estación de Haro, sobre un calado centenario. Las instalaciones fueron concebidas a la medida de sus vinos: diecisiete tinas de roble francés (tantas como viñedos seleccionados por temporada), una sala bioclimática fruto de una apuesta inédita por la innovación y dos naves de crianza excavadas directamente en la roca.El resultado son dos reservas: Roda, sedoso, festivo, fresco, y Roda I, hondo, complejo y voluminoso.
El viñedo es el corazón de sus vinos. Su conocimiento exhaustivo, la interpretación de sus necesidades y su cuidado minucioso suponen una obligación inexcusable. Utilizan cepas viejas, que aportan cualidades extraordinarias a las uvas, y tres variedades: tempranillo, graciano y garnacha. La vendimia es manual, respetuosa y experta.
Los vinos de RODA tienen estilo propio. Una nariz acogedora. Los aromas predominantes proceden del viñedo: fruta roja o fruta negra siempre presente. La madera, en segundo plano, casi imperceptible. Las especias dulces y las notas minerales aportan complejidad. Los registros balsámicos, frescura. En boca es donde se hacen grandes. Voluminosos, sin vaguadas. Sabrosos, frutales y largos. Con taninos fundidos y suaves. Vinos excelentes. Son vinos para transmitir sensaciones.
Viñedos viejos
Emplean viñedos viejos porque consideran que el equilibrio de producción que se consigue en ellos es insuperable, porque la profundidad de sus raíces y el volumen de suelo explorado aminora la influencia de la sequía y de las lluvias excesivas y porque son capaces de aportar mayor complejidad a las uvas.
Formación en vaso
El clásico vaso Riojano está formado por tres brazos irregulares que salen desde el suelo y pueden alcanzar hasta 1 m. de altura, cuando un brazo se rompe por su edad o por su inestabilidad se sustituye por un nuevo brote desde la base. Coloniza perfectamente el espacio en las tres dimensiones y permite que los racimos estén extraordinariamente bien aireados, sin tocarse unos con otros. Consideran que es el mejor sistema de conducción en nuestra zona.
Cultivo sostenible
El respeto a la naturaleza es una obsesión en su cultivo, la hierba suele crecer libremente desde el mes de octubre hasta el mes de abril y las borduras de los viñedos se mantienen con la flora autóctona durante todo el año para que los insectos beneficiosos puedan cerrar su ciclo. Los abonados se limitan al mínimo, aportando la mayor parte en forma de estiércol. Los tratamientos fitosanitarios son fundamentalmente en forma de azufre y cobre, evitando, en lo posible, los productos de síntesis química.
La uva, reflejo de un paisaje
Cada uva, durante su maduración, debe captar hasta el más mínimo detalle del paisaje que la rodea, el calor de los días de septiembre, el frío de las noches de octubre, la transparencia del inicio del otoño, los días que se hacen más cortos, el viento del norte al atardecer, la fragancia de las hierbas aromáticas que la rodean, las sensaciones del suelo donde vive, la oscuridad del subsuelo que penetran las raíces. Los pequeños matices las hacen diferentes cada añada y nuestro reto consiste en saber interpretarlos y transmitirlos a través del vino.
El proceso de elaboración de los vinos
Recepción de la uva
En RODA no existe tolva de recepción, los racimos suben por una cinta de cangilones de polipropileno, sin sufrir ningún daño, hasta el piso superior donde se inicia un proceso que utiliza en todo momento la fuerza de la gravedad. Una mesa de triaje con seis personas permite terminar la selección que se ha realizado en el viñedo quedando las uvas listas para el despalillado.
Encubado y vinificación
La nave de elaboración de RODA es una sala rectangular con 17 tinas de roble francés que se renuevan cada diez años. Todas las tinas están provistas de bombas de remontado individuales, sondas de control de temperatura y sistema de refrigeración y calefacción, los bazuqueos son manuales. Las capacidades van desde 12.000 a 20.000 ltrs. Las uvas de cada uno de los 17 viñedos distintos, se encuban por separado en tinas diferentes. Como norma se fermenta sin sembrar con levaduras seleccionadas, dejando que la flora autóctona se encargue del proceso. Cada viñedo exige una vinificación a medida, pero en términos generales el proceso consta de tres fases: maceración prefermentativa en frío, fermentación y maceración postfermentativa. Suelen ser habituales encubados de 18 a 20 días.
Fermentación maloláctica
Desde los primeros ensayos sobre la FML en nuestros vinos, vimos que el método que mejor se adaptaba al estilo que buscábamos era realizarla en barricas de 225 ltrs. Las estrictas exigencias de las bacterias lácticas en cuanto a las condiciones de temperatura, nos hizo lanzarnos a un proyecto de I+D+i para desarrollar un nuevo concepto de sala bioclimática en la que pudiéramos hacer la FML y la estabilización natural de 1200 barricas al mismo tiempo.
El proyecto, catalogado como Eureka, resultó un clamoroso éxito y construimos la primera sala de malolácticas climatizada mediante suelo radiante y refrescante. Los vinos se descuban directamente sobre barricas de roble francés, el 50% nuevas y el otro 50% de un vino, manteniendo separados los 17 ecosistemas vinificados. Conseguimos 20ºC de temperaratura en el vino, manteniendo humedades entorno al 75%. Durante este proceso las barricas se tapan con tapón de cristal y se rellenan diariamente.
Estabilización natural
La FML termina durante el mes de diciembre, en ese momento se apaga el suelo radiante y comienza el proceso de estabilización natural. La sala está provista de un gran ventanal en su lado norte que se abre y deja pasar el viento frío de los meses de diciembre, enero y febrero. Con este sistema natural se consiguen temperaturas entorno a 6ºC que favorecen la decantación de los restos de levaduras, bacterias y demás partículas en suspensión en el vino.
Crianza
Terminada la estabilización natural se hace un trasiego, unificando las barricas de cada pago y manteniendo siempre los 17 viñedos por separado. En Roda tenemos tres naves de crianza definitiva, dos subterráneas, excavadas en la roca, que las llamamos, LA NAVE DEL CARDO, haciendo honor a una gran escultura de forja que representa las tres flores de cardo que forman nuestro emblema y EL CALADO, un antiguo túnel del siglo XIX que sale a 12 metros de profundidad a una terraza sobre el río Ebro. La tercera nave es la misma que empleamos para la FML, la llamamos la NAVE T y para este proceso ponemos en marcha el suelo refrescante, consiguiendo una temperatura de 15ºC en el vino. Las tres se emplean con el mismo fin pudiendo usar sus diferentes condiciones climáticas en función de los distintos tipos de vino. La duración de la crianza en barrica varía dependiendo de cada pago, pero la norma habitual está entre 12 y 16 meses.
El ensamblaje: RODA y RODA I
Cuando los 17 vinos diferentes llevan un año de barrica, llega el momento definitivo de ensamblar los pagos que tienen características de RODA y los que su carácter es de RODA I. Para RODA van los vinos de fruta roja, con los aromas siempre presentes en el borde de la copa, dispuestos para ser apreciados de inmediato, con especias dulces y una festiva frescura. En boca la fruta roja debe ser protagonista, con un paso de boca fresco, largo, sedoso y de volumen continuo. Vinos importantes, perfectos para la gastronomía.
Para RODA I van los vinos de fruta negra, con aromas de gran hondura que salen lentamente de la profundidad de la copa y se hacen grandes en la nariz, con notas minerales, de chocolate y ciruela negra. En boca deben ser frutales, voluminosos, complejos, envolventes y largos, con taninos fundidos y sensación fresca. Vinos grandes, para la gastronomía y la reflexión.
La selección de los dos vinos representa un complejo trabajo de equipo para el que son necesarias muchas catas y una gran compenetración. Hay viñedos que un año van a formar parte de RODA I y al año siguiente forman parte de RODA, incluso puede haber años que no entren a la bodega. Todo depende del capricho de la meteorología anual y de su interpretación en cada ecosistema.
Botellero
Tanto RODA I como RODA salen al mercado como reservas por lo tanto tienen que pasar tres años entre barrica y botella. Si su crianza en barrica ha sido entre 12 y 16 meses, en botella permanecerán entre 20 y 24 meses como mínimo. BuscaN que los dos vinos salgan al mercado listos para beber pero con vida por delante para poder mejorar durante muchos años.
Roda nace en el barrio de los más grandes clásicos de Rioja. Es un Reserva pero su elaboración difiere de la de sus vecinos, se usan viñedos viejos porque el equilibrio de producción que se consigue en ellos es insuperable, por la profundidad de sus raíces y porque son capaces de aportar mayor complejidad a las...
Roda I Reserva, un excelente vino de La Rioja con un carácter y personalidad única Color cereza picota oscura, nariz deliciosa y confortable, en boca volumen amplio, con intensidad y delicadeza. Elaborado con uvas Tempranillo y Graciano de viñas de más de 30 años de edad. Roda I Reserva nos transmite...
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Roda I Blanco es un excelente Rioja proveniente de los viñedos viejos de la bodega en la zona de Haro. Elaborado principalmente con Viura y una pequeña cantidad de Malvasía y Garnacha Blanca. Complejo e intenso en nariz, con gran variedad de matices desde las notas cítricas de pomelo hasta las sensaciones minerales. En boca...
El vino Cirsion está elaborado en las Bodegas Roda, que está ubicada a la vera del río Ebro (La Rioja). Las instalaciones fueron concebidas a la medida de sus vinos: diecisiete tinas de roble francés, una sala bioclimática. Sutiles hierbas aromáticas, hinojo y regaliz fino. En el fondo se aprecia los aromas de la tierra húmeda y las violetas.