Ostatu es el resultado del ensamble que hacemos la familia Sáenz de Samaniego de la experiencia y de multitud de factores externos e internos para lograr unos vinos con estilo, fruto de la influencia del microclima y de las características de los suelos en los que se asientan nuestros viñedos.
Ostatu es el resultado del ensamble que hacemos la familia Sáenz de Samaniego de la experiencia y de multitud de factores externos e internos para lograr unos vinos con estilo, fruto de la influencia del microclima y de las características de los suelos en los que se asientan nuestros viñedos.
En su mayoría son suelos arcilloso-calcáreos, de color ocre, que dan el nutriente fundamental para el desarrollo de las variedades de uva que empleamos en la elaboración de nuestros vinos, una fase en la que se rinden culto a los principios básicos de una elaboración que persigue y consigue unos vinos con su estilo. En esta tarea y en el día a día ponemos en práctica nuestra filosofía, una forma de entender el vino y la vida centrada en la búsqueda de la excelencia a través del equilibrio entre el ayer y el hoy, sin estar pendientes de modas.
De hecho, el terroir es una pieza clave en el trabajo de la familia. Roancho, Revillas, Valcabada, Portillo y Marbella son el nombre de algunas de las fincas que conforman este terroir, pero también son mucho más; son sobre todo, la sabia que confiere esa tipicidad a los vinos.
Vinos en los que los conceptos de casa, firma y finca, adquieren todo su contenido; juegan siempre con esas sensaciones tan distintas que son el gusto y el sabor, tratando de estimular nuestros sentidos y, sobre todo, buscando el placer del disfrute del vino.